¿Cómo supiste que eras Dios?

- Querido Dios: –escribe un niño- ¿Qué quiere decir que tú seas un Dios celoso? Yo creí que lo tenías todo. Pues no, no es suficiente. Cuando se es dios, todo queda chico. Más aún, es posible que aquel dios lo tenga todo pero sospecha no tenerlo o, como hacen los celosos, teme que su amada(o) prefiera a otro. Es un ser inseguro. Y más. Hay dioses tan dioses que necesitan a ese amante sólo para eso: para ser amados sin retribución alguna. Se aman a sí mismos. Pura exclusividad, puro ego. Los amores cocinados al fuego de la política son quizás el cuadro preciso de esta relación ególatra entre el dios celoso y sus súbditos creyentes ¿No es acaso la amada Patria el objeto amoroso de los gobernantes? Algunos, sin embargo, a tono con los aires progresistas empapados de diversidades étnicas, sexuales y plurimultis prefieren como amante al Pueblo. Hete aquí a don Juan Evo Morales, Primer Amante del Estado Plurinacional. Corrijo: Prim...