Los huesos de la manada
Los vacíos mentales son cosa seria. Los vacíos afectivos mucho más. Si unos te paralizan, los otros te dejan el alma coja. No se puede seguir sino cojeando mientras no tengas el esqueleto de la memoria afectiva más o menos completo. Porque los seres humanos estamos hechos de memorias, de relatos que nos cuentan y al contarnos nos construyen y nos completan, nos recuerdan quiénes somos, desde dónde lejos venimos, qué hicieron los nuestros, por qué, qué soñamos, hacia dónde vamos.
En ese andar, de pronto, alguien nos robó retazos de nuestra historia, de nuestra memoria, y no nos quiere devolver. Así, la cojera se mantiene, no cura y duele. Es necesario recuperar las piezas de nuestro relato colectivo. Argentina lo hace con una persistencia envidiable, con la paciencia amorosa con que sus antropólogos escarban aquí y allá buscando los huesos de los suyos, los huesos de su manada.
Los documentos relativos a la dictadura argentina recientemente desclasificados por el gobierno norteamericano, que han sido entregados al gobierno de Macri como gesto de buena voluntad del presidente Obama, llevan en cada página un rótulo que indica cuán desclasificados están o, dicho de otro modo, hasta dónde se libera la información; qué puede hacerse finalmente público y qué no: todo, poco o nada. Hay páginas que indican que tal documento “no tiene objeción para ser desclasificado” o “no tiene objeción para ser desclasificado en su totalidad” o “no tiene objeción para ser desclasificado ‘en parte’” (“No Objection to Desclassification in Part 2010/06/28: NLC-10-14-5-13-6”). Corresponden al período 1977-1982, se han tachado las palabras que indicaban el carácter del documento en cuestión: “secreto” o “confidencial”, y con ello han quedado a disposición de quien los requiera.
A pesar de aquel todo, poco o nada, son más de mil páginas de documentos importantes dado el rol determinante del gobierno estadounidense en esa y otras dictaduras. Muchas veces las piezas no necesariamente revelan grandes secretos –no todos los documentos se han desclasificado y probablemente no lo harán- pero sí ayudan no sólo a confirmar o probar hechos conocidos, sino a hilar mejor la historia, a reconstruirla, a explicarla. Esa es su relevancia.
Bolivia se menciona 76 veces. Ciertamente es lo de menos. Son documentos de interés específico de la Argentina y quizás el carácter de la desclasificación (esto sí, esto no) explique en parte las modestas referencias a Bolivia dado el período 1977-1982 para nosotros fundamental. Tampoco hay que olvidar que son documentos producidos durante el gobierno de Jimmy Carter (1977-1981) que, como sabemos, apostaba ya por un giro hacia los gobiernos civiles en la región. De modo que el énfasis no está en la posible participación estadounidense en el golpe boliviano sino al revés: en los derechos humanos y la condena al golpe de Luis García Meza. Lo que verdaderamente nos interesa aparece como anécdota pero aparece: la firme participación del gobierno argentino en el golpe de 1980. El resto es escueto y conocido. Un dato curioso es saber que a pesar del apoyo argentino, éstos no creían que García Meza duraría. Los americanos, por su parte, apostaban por debilitarlo y finalmente cambiarlo. Esto explicaría el apoyo norteamericano a Banzer en sus tempranos intentos por retornar al poder por la vía democrática. Exquisiteces de la historia menuda.
Se anuncian nuevas entregas quizás más pertinentes para el país. Si eso sucede será una lección para los raptores de los retazos de nuestra historia. Fragmentos desparramados una parte en la memoria de quienes nunca contaron ni contarán la verdad y nos tienen como el perro que corre tras el palo allá lejos en el monte, a ver si olfateando, gimiendo, llorando, lo encontramos. La otra está bajo llave tras las puertas de la institución militar incapaz de afrontar su responsabilidad y entregarle a la sociedad lo que le corresponde: su derecho a conocer la verdad. Su derecho amoroso a encontrar los huesos de su manada. Argentina los busca y los encuentra ¿Qué hace el gobierno revolucionario del Estado Plurinacional boliviano?
Publicado en Página Siete, 15/8/2016 @majabarata
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